Castillo de sueños

Un espacio donde dejar la mente soñar

Bueno, tras el revés que he sufrido con la perdida de datos del PenDrive, dejo aquí el prólogo de esta historia mientras intento recuperar lo demás.


Prologo:

Era una noche bañada por las estrellas. Hacia horas que el sol se había ocultado, dejando que la oscuridad solo fuera ahuyentada por el brillo de la luna. Unas sombras acechaban en la lejanía a la fortaleza de Thyerin, al igual que días anteriores, esperando.
Mientras ellos observaban, en el interior de la fortaleza nadie sabía de sus insidiosos, y dormían plácidamente, en la protección de sus muros. Sobre las murallas, algunos paladines montaban guardia, a la expectativa de un posible ataque.

-          Hace días que no hemos tenido noticias sobre ningún ataque en las cercanías. – dijo uno de ellos mirando a su amigo.
-          Llevamos mucho tiempo en constante lucha contra ellos, quizás se cansaron.
-          Já, que Katja-sama te escuche. – dijo el primero mirando casi con burla a su amigo.
-          Han sido muchos años de batallas, y los dioses nos han favorecido a nosotros. El día victorioso podría ser hoy.
-          Lo que tu digas..., pero por ahora, atiende a la guardia, no quiero ser regañado de nuevo. - dijo volviendo la vista al frente.

Al enfocar lo que tenía delante, su cara cambio a una de sorpresa total. Abrió la boca para decir algo pero el demonio que estaba frente a el fue más rápido y lo silenció con una estocada atravesándole el corazón.
Su compañero solo pudo observar impotente como su amigo era asesinado y el demonio volvía la vista hacia él. Este, lanzó otra estocada con fin de silenciarle pero el guardia conjuró una barrera entre ellos.

-          ¡¡ALARMA!! - gritó mirando a la almena mas cercana en la cual al instante empezó a replicar una campana.

Por toda la fortaleza empezaron a resonar una campana tras otra,  y poco a poco fueron conscientes del ataque bajo el que se encontraban.
Mientras en toda la fortaleza se desarrollaba una cruenta batalla, un paladín se abría paso entre el caos reinante. Corría con desesperación hacia una de las casas cercanas al cuartel, esquivando todo obstáculo posible. Cuando llegó, abrió la puerta violentamente y se encontró a un hombre de mediana edad espada en mano frente a él.

-          ¡Padre! – exclamó el guerrero.
-          Hijo, ¿Que esta sucediendo? – interrogó el hombre mientras se ponía su armadura.
-          Nos han atacado. Una manada de demonios, salieron de un punto flaco. Están muy organizados, creo que lo llevaban planeando semanas este asalto.
-          Los demonios no piensan por si mismos, jovencito. Alguien los comanda.
-          Puede ser, pero eso ahora no importa, tenemos que salir de la fortaleza cuanto antes.
-          No. Tú saldrás de la fortaleza con tu madre y tu hermana, yo lucharé.
-          Pero padre…
-          Puede que ya esté retirado, pero eso no significa que no siga siendo tan diestro como lo fui más joven.
-          Papi… - se oyó una voz aguda irrumpiendo la conversación. Los dos giraron la vista para contemplar a una niña pequeña, de no más de seis años, con mirada asustada y temblorosa.
-          ¿Qué ocurre princesa?
-          ¿Pasa algo malo fuera?
-          No ocurre nada hermanita. Solo… vamos a salir de viaje.
-          ¿A esta hora? – preguntó inocente la pequeña
-          Ehm… si, esta algo lejos princesa. – dijo el hombre agachándose para estar a la altura de la pequeña. – Pórtate bien y ve con tu madre y tu hermano.

La pequeña asintió y volvió a su cuarto para vestirse. Los dos hombres esperaron a que se perdiera por las escaleras para seguir hablando.

-          Tu madre está arriba terminando de coger provisiones para unos días. Coge el arma que está en el fondo de tu armario, rápido. Esperare aquí hasta que estéis los tres listos para partir.

Hizo lo que su padre le dijo, corrió hacia su cuarto y abrió el armario de golpe. De un tirón saco todo su contenido, quedando la ropa desperdigada por el suelo. Vio un objeto envuelto en trapos guardado al final, tapado por algunas ropas más. Lo cogió y sin destaparlo volvió a la entrada con su padre, donde su hermana y su madre esperaban por él para partir.

-          Os cubriré mientras nos acercamos a la salida sur.
-          Estaré atento para echar una mano.

A una señal del mayor, salieron de la casa con cuidado, y avanzaron presurosos por el mar de llamas que se había vuelto la fortaleza. Había cadáveres por el suelo, medio tapados por los escombros de las casas derruidas. El aire estaba impregnado por un olor metálico y chamuscado. La pequeña avanzaba con la nariz arrugada y sin bajar la vista, dado que sus padres no querían que viera la cruenta masacre, mientras el joven avanzaba primero esperando encontrar algún enemigo con el cual desquitarse.

-          No podréis escapar. – dijo un demonio.

Alzaron la vista y lo vieron alzado sobre una chimenea cercana. Se dejó caer hacia ellos, y los dos hombres se abalanzaron a proteger a las damas.

-          ¡Corred! – gritó uno de ellos mientras luchaban por retener al contrario.

La mayor cogió a la pequeña de la mano y empezó a correr tirando de ella. Un grito de dolor rasgó la noche e hizo que la pequeña se soltara del agarre y diera la vuelta.

-          ¡Hermano! – gritó llegando al lugar donde los habían dejado atrás.

La escena que encontró fueron dos cuerpos inertes en el suelo y el demonio entre ellos con algunas heridas no graves. El monstro miró a la pequeña y se abalanzó hacía ella. Pero la mayor la cogió y la protegió del ataque. Tras que el cuerpo cayera inerte, el demonio volvió a impulsarse hacia ella y la pequeña cerró los ojos.

Espero comentarios, si no, Suzumiya Haruhi vendrá y te castigará -.-

1 Response so far.

  1. Te comento por miedo a Haruhi

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